viernes, 31 de julio de 2009

QUEREMOS CULTURA!

ULTURA: Teatro, para contar la historia de Palmira

Parte del elenco de Mirapaleste, orgullosos con el estreno de “El festejo”, confiesan que ya piensan en nuevas creaciones.
El elenco comunitario Mirapaleste recuperó historias y anécdotas del lugar, como parte de un programa provincial.
Todo empieza con una fiesta, a la que la gente llega como en los pueblos, un poco de oídas, sin saber si se trata de un cumpleaños, un bautismo, un casamiento o un velatorio. En esa confusión, se presentan los personajes, que después interactúan en el antiguo mercado de Palmira, el centro de la vida social en el pasado, para ir mostrando lo más relevante de la historia del lugar. El elenco Mirapaleste estrenó ayer la obra de teatro que los mismos vecinos fueron armando a través del juego creativo, con la memoria de los más antiguos y el conocimiento de historiadores. El guión está dividido en dos partes. La introducción presenta una fiesta confusa, en la que los espectadores se ven envueltos en algo que no se comprende muy bien hasta el final. Entonces queda claro que el nombre de la obra, “El festejo”, alude a la celebración porque llegó el teatro comunitario a Palmira. Y la segunda parte se desarrolla en el mercado, donde las interacciones cotidianas se mezclan con los hechos más relevantes de la vida de la villa, sus anécdotas y personajes. Los integrantes de Mirapaleste -un juego de palabras que incluye al mismo tiempo una invitación a ver hacia San Martín, y el nombre del distrito- plantean que la elección de la feria como marco responde a que antes era el punto de encuentro de los vecinos, donde se reunían y enteraban de las noticias. Pero también a que el lugar donde han ensayado -y en el que se estrenó la obra anoche- es la Casa de la Cultura de Palmira, que desde 2004 se encuentra en el edificio donde funcionó el mercado de 1928 a 1955. El director del elenco, Carlos Sosa, explica que el inmueble albergó una escuela técnica, pero luego de eso estuvo desocupado, y los artistas locales organizaron por varios meses espectáculos en la puerta para pedir que se aprobara la ordenanza que estableció ese edificio como un espacio cultural. El mercado es el escenario de un paseo en el tiempo, donde se va contando desde la simple discusión de una mujer con el carnicero o el verdulero por los ingredientes para la comida, hasta el día en que Carlos Gardel cantó en Palmira, o que la primera motocicleta del país se construyó en esa ciudad por los hermanos Ramonott. Pero los miembros del elenco (unas 30 personas, entre 6 y 60 años, de Palmira, Junín, San Martín y hasta Mendoza) no sólo actúan, sino que también cantan y tocan instrumentos, algunos creados por ellos mismos con elementos reciclados (botellas plásticas y tachos de pintura). Es que además de ir descubriendo historias y jugando hasta encontrar cómo podían contarlas, participaron de talleres de teatro, música y escenografía. Quienes se integraron desde un primer momento a la propuesta comenzaron a investigar la historia de Palmira con docentes e historiadores y consultaron a los vecinos más antiguos. Pero después, cuenta Juan Carlos Flores, uno de los actores, la gente se acercaba sola a contarles anécdotas y cuando llegaban a la Casa de la Cultura para ensayar los sábados encontraban fotos y papeles escritos que les habían pasado por debajo de la puerta. Uno de esos documentos es una fotografía del puente ferroviario sobre el río, que lo muestra en 1883, a medio construir. También fueron varios los que aportaron sus recuerdos o se sumaron al elenco cuando presenciaron algún ensayo, que con frecuencia llevaron de la sala a la vereda o el bulevar de la avenida del Libertador, precisamente para que la gente participara. Con ese mismo objetivo, algunos testimonios se emitieron por la radio local y generaron otros nuevos. De hecho, Sonia Alba, una de las talleristas, cuenta que quieren grabar ese material con las voces de los vecinos y llevar el CD a las escuelas y los barrios. Para Mirapaleste, éste es sólo el comienzo. La obra “El festejo” termina con una invitación a tomar el teatro comunitario como un espacio donde pueden participar todos. Y como para crear esta primera producción tuvieron que elegir sólo unas pocas historias, los integrantes del elenco aseguran convencidos que habrá nuevas creaciones en un futuro. “Lo bueno es que la gente no sólo disfruta del espectáculo, sino que también se lleva información de su propio lugar”, señala Selva Nacussi, quien creció en Palmira, pero ahora vive en Junín.
Comentario
Recuperar la memoria Los elencos de Palmira, Godoy Cruz y Las Heras nacieron a través del Programa de Teatro Comunitario, del área de Desarrollo Cultural de la provincia. La propuesta tenía como objetivo rescatar el arte popular tradicional de cada lugar y también, que los vecinos recuperaran la memoria y analizaran sobre sus sueños y necesidades. En este primer año se eligieron sitios donde ya se estaba trabajando con teatro popular. Y quienes estuvieron a cargo de los talleres -en cada elenco había profesores de Teatro, Música y Escenografía- fueron capacitados por Adhemar Bianchi (uno de los fundadores del grupo de teatro comunitario Catalinas Sur, de La Boca) y por Ricardo Talento (del Circuito Cultural Barracas), a través del Instituto Nacional de Teatro.
Fuente: Diario Los Andes Sección: CULTURA Autor: Sandra Conte
Fecha del Articulo: 07-12-2008 Imprimir Guardar Página

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