jueves, 7 de marzo de 2019

Palmira y el paso ilustre del General San Martín

ESCRIBE EL LECTOR  Domingo, 7 de septiembre de 2014 | Edición impresa

Palmira y el paso ilustre del General San Martín

Por Carlos C. Chacón - Historiador. LE 6.887.342
Apenas una huella profunda y muy precaria para el tránsito de viajeros, carruajes y hacienda. Se llamaba Camino Real en épocas del Virreinato a lo que hoy son la calle Remedios Escalada, El Altillo y Soberanía Nacional (actuales límites sur y suroeste del distrito Palmira). 
Esas arterias de entonces recorrió el Libertador desde Buenos Aires (sic), luego de descansar en la noche del 6 de setiembre de 1814 en Posta El Retamo (hoy Junín), continuar su largo y dificultoso viaje apenas amaneció el día 7, vadear el caudaloso río Mendoza y llegar, por fin, a la capital mendocina, para asumir como gobernador-intendente de Cuyo ante las autoridades del Cabildo de Mendoza. 
Como se ve, Palmira (entonces se la denominaba Alto de Mulas) no fue una excepción en la vida y obra del prócer. Su paso ilustre perduró con el transcurrir inexorable del tiempo y hoy, al cumplirse doscientos años de ese relevante hito histórico, el distrito desea insertarse en las páginas brillantes de la historia del departamento y de la provincia, eludiendo el olvido, la marginación y la carencia de datos históricos, poniendo en sus lugares aquellas épicas huellas, como viajero incansable y humilde labriego en su chacra de Barriales, y también de altivo militar desde El Plumerillo. 
En 1816, en su afán de mejorar la Villa Nueva de San Martín, dio orden de poner en condiciones para un buen tránsito la Huella de la Patria, luego denominada Carril Nacional (actuales calle Soberanía Nacional, Av. Libertador-Ruta 50), la que luego recorrió en diversas oportunidades, entre jarillales y ciénagas y el "vado" del río Mendoza. Hasta en la búsqueda de mulares para su Ejército de los Andes, en los actuales distritos de San Roque y Palmira. 
Realmente, un importante pasaje histórico en la vida y obra del Libertador, que no puede quedar sin mencionar en todo ámbito donde se valore ampliamente la personalidad y la grandeza del insigne prócer de la libertad americana.
Una manera modesta de saldar una antigua deuda para con generaciones presentes y futuras.
Será justicia.

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