PALABRA AUTORIZADA.

        Cuán valiosa es la historia, ¿no? ¿Cuanto de interesante y misterioso hay en ella?, Mucho mejor es investigarla, y escudriñar la verdad.
       La historia tiene la magia de llevarnos, a lugares y momentos insólitos. De tal manera, que al escuchar relatos, nos hace sentir participes En la historia se vive, de esta se aprende y a su vez nos ayuda a crecer. No por nada está el dicho, “Aquel pueblo que no recuerde la historia, está condenado a repetirla.” Así de valiosa es la historia.

RAÍCES NUESTRAS.

           En la ciudad de Palmira, existe desde hace ya muchos años, un museo de gran valor histórico y patrimonial. El “Museo Rauzi, Raíces Nuestras”.
           Pertenece a una pareja de docentes, que prácticamente dedicaron toda su vida, ha hacer crecer este espacio. Puesto al servicio de la comunidad.

EL HISTORIADOR.


         “Más valiosa es aun la historia, para aquellos que la ven como parte de su vida y de su cotidianidad”.Esteban Rauzi y Miriam Agüero su esposa, nos recibieron muy amablemente en su hogar, donde nos reunimos para hablar de su maravillosa historia.
           Dos docentes muy comprometidos con su vocación formaron este museo que aquí nos cuenta Esteban, posee más de 20 mil piezas arqueológicas que llegan a los 11 mil años de antigüedad, 5 mil piezas de filatelia y numismática, además de su amplia biblioteca también dentro del museo.

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       En los años `60, Rauzi dio sus primeros pasos en la arqueología, junto con su maestro Rubén Alá, arqueólogo argentino de reconocimiento internacional. Participando con el, a salidas de campo.
       Cursaba la carrera de Literatura Latín y castellano. Por ser un apasionado de los libros y la historia, aunque de esta última materia no posea titulo, es su más grande pasión.

LUCHA POR LA VERDAD.

     … “El romper la historia, el arruinar la historia, a la gente no le interesa lo que realmente es historia. Le interesa lo que les va a servir, así con gran rapidez para vivir, vivir mejor y arruinan lo que arruinan.”…dice Rauzi.
     Recordando la anécdota donde vio construirse en Córdoba, un complejo de cabañas, sobre lo que había sido un campamento de Comechingones. Con tristeza nos decía: “Excavaban sin un previo análisis del lugar. Uno pasaba por ahí y lograba ver piezas desperdigadas por diferentes zonas, lo que mostraba definitivamente que estas piezas estaban fuera de lugar, y perdían su valor histórico. Y así luego es muy difícil hacer un análisis de estas piezas”.
       “Hoy en la arqueología se miente mucho, las piezas suelen hacerse, hay gente que utilizando las técnicas precisas reproducen una punta de flecha y hasta vasijas”.
   “No es tan fácil entender la historia. Los modos de generar los conocimientos no son siempre los mismos, lo que hoy es nuevo, mañana ya es viejo.”
           La historia que están en los libros, no siempre son las correctas.

EL RESCATE.

 Lo que se hace en este museo, es una arqueología de rescate, porque hoy en día los monumentos o yacimientos han sido destruidos a lo largo del tiempo.
           Nada se podría vender. Muchas de las piezas son donadas por diferentes familias, sabiendo que en el mismo estarían mejor. Asi que aquí ya habría una doble historia por pieza.
              Tanto las piezas como el museo son partes de la comuna de Palmira, porque Esteban y su esposa, así lo han decidido. Aunque su fin máximo seria, poder construir un edificio, para el correcto albergue y exhibición de todas las piezas. Además de que el museo, no se valla de Palmira.
Cabe destacar que este museo ha sido declarado de interés cultural por el honorable concejo deliberante de la M.G.S.M, el 10 de junio de 2005 y de interés legislativo Provincial el 9 de noviembre del 2010.
           Sin duda aquí se halla mucho conocimiento, que está aguardando a quien lo busque. El museo siempre está dispuesto a recibir nuevos visitantes, al igual que escuelas y estudiantes que de allí quieran aprender, lo que en otro lugar seguramente no. Las visitas y excursiones al museo son totalmente gratis.