MITOS HUARPES

Mitos huarpes

LA MISION DE SOYCHU

Escrito por Marii Sandobal ( Offline), el 01 de septiembre de 2010

Hace varios años atrás, en un pueblo Huarpe vivía Soychu, un niño de catorce años, quien le gustaba ayudar a sus padres en las cosechas, en la busca de alimentos, hacer el bien y lo que más le gustaba era cuidar a su hermanita Annie. Soychu, estaba a punto de cumplir quince años, según las creencias huarpes cuando se cumplía quince años pasabas de ser un niño a una persona adulta que ya tenia la capacidad de tomar sus propias decisiones, sin que las opiniones de los demás le afectara en algo. Esto se festejaba en una especie de ritual elevado a Humuc Huar, un dios que estaba por encima de todos los dioses, que según ellos moraba en la cordillera, y que si ellos no le daban alguna ofrenda, este los castigaría haciendo que las cosechas fuesen malas, que no encontraran el alimento para subsistir o que el mal reinara nuevamente en el pueblo.
Urac el hechicero más anciano del pueblo, sabia que se acercaba el cumpleaños de Soychu, entonces organizó el ritual de su fiesta con la ayuda de sus padres y decidieron decirle lo que hace tiempo le habían estado ocultando.
El día tan esperado llegó, Soychu con la ayuda de su abuela, confeccionó un atuendo especial para él y le pintó la cara de un modo distinto al habitual. Mientras que sus padres muy tristes, pensaban en como iba a tomar la noticia, esa noticia que hace mucho tiempo le están ocultando. El carismático niño, ya no tan niño y su familia se dirigían hacia el lugar de la fiesta. Allí bailaron, comieron, cantaron, algunos agarraron una fuerte borrachera, Soychu en verdad estaba disfrutando mucho este día que para el era tan especial, esto duro casi un día entero.
De pronto ocurrió un silencio absoluto, pues Urac había llegado y esto se debía a que él le venia dar las indicaciones de la ofrenda que debía hacer hacia Humuc Huar para consagrarse como adulto, pero en vez de esto el hechicero le dijo a Soychu, que el no era parte de ese pueblo, en verdad él era el hijo del Dios Humuc Urac, que gracias a que Valichu, dios del mal, había querido vengarse, le dio una poción que lo hizo mortal, y sus padres lo habían encontrado tirado cerca de la cordillera, quienes habían decidido adoptarlo y que cuando lo trajeron al pueblo Urac había descubierto de donde provenía.
Soychu se quedó muy callado por un buen rato, y decidió que buscaría la manera de volver con su padre y hacer que Valichu desapareciera llevándose con él su maldad. Habló con el hechicero, y este le explicó que para volver con sus padres verdaderos debía convertirse en dios, y para ello debía hacer una acción buena. Entonces Soychu comenzó a ayudar gente creyendo que así se volvería un dios, pero esto no era suficiente.
Pero Valichu estaba planeando desde hace cientos de años atrás una venganza aun mucho más fea y malvada que la que ya había hecho con Soychu. Quería dominar al mundo, apresando a Humuc Huar para matarlo y dejarse todo el poder en sus manos, así mataría a todos los mortales, que según el era un error haberlos creado. Para cumplir esto tenia que eliminar a Soychu, entonces hizo que Joan, una de las mortales más lindas del planeta, comenzara a acercarse a Soychu y llevarlo a las peores trampas donde el seguro moriría.
Un día Joan aparece en el pueblo, diciendo que su pueblo había sido destruido por Valichu, y que si ella podía quedarse allí, hasta que tuviese noticias de su pueblo. Soychu se enamoró de ella a primera vista, le dijo que si, que se quedara allí con él, que él la cuidaría hasta que pudiese volver a su pueblo. Joan y Soychu pasaban muchas horas juntos, paseaban por los largos campos, por lo bosques enormes, hasta que decidieron ir a un lugar muy peligroso, le llamaban el Sendero de la Prohibido, por que allí estaban las fieras más malvadas del mundo, estas se comían a la gente o le causaban un gran mal para el resto de sus vidas. Soychu se negaba a ir, pero Joan le insistió y le insistió tanto que él se vio obligado a ir.
Pero Valichu, se había dado cuenta que Joan no estaba cumpliendo con lo dicho, y que se estaba enamorando de él y él de ella, entonces hizo que esas bestias malvadas atacaran a Joan, sabiendo que era la debilidad de Soychu era que a su gran amor le pasara algo. Mientras los enamorados iban caminando por el sendero, una de las bestias más feroz atacó a Joan y quedó muy mal herida. El sin saber que hacer la sacó de allí, mientras que la sacaba escuchaba que la malvada muchacha decía que estaba ayudando a Valichu, que el lo quería matar para conquistar al mundo.
Soychu la amaba mucho para dejarla allí que se muriera, la llevó con el hechicero pero este le dijo que ella ya no tenia más tiempo que de cualquier manera ella moriría, la única solución era hacer una trato con Valichu quien tenia una cámara con los espíritus de las personas, sacar el espíritu de la muchacha y así volvería a vivir.
Muy enojado Soychu se dirigió hacia el lugar en donde se ocultaba Valichu, y le dijo que el se rendiría para siempre y no se haría dios si él le dejaba sacar a Joan de su cámara. Valichu aceptó pero no le dijo que antes de llegar a ella moriría. Soychu se lanza a esa cámara llena de ácido y mientras nada para llegar a ella, comienza a envejecerse, pero justo antes de desintegrarse por completo, se convierte en dios, salva a su amada y derrota a Valichu haciéndolo desaparecer para siempre.
Logra llegar a ver a sus padres en la muy nombrada Cordillera, Humac Huar le dice que el se había convertido en dios, el dios del bien, por que había dado la vida por otra persona, y le dice que ahora podía vivir para siempre con ellos. Pero Soychu estaba muy enamorado de Joan, y decide quedarse con ella. Humac Huar acepta le decisión del muchacho, y le promete que cada vez que él los quisiera ver solo debía darle una ofrenda a la cordillera y así podía verlos cada vez que quisiera.